miércoles, 12 de febrero de 2014

La pérdida de peso comienza en la mente

Tomado de Despertad del 22 de Enero de 1993 Páginas 12 y 13


La pérdida de peso comienza en la mente

La mayoría de las personas con exceso de peso lo fuimos ganando poco a poco, de año en año, normalmente después de cumplir los treinta. De vez en cuando hacíamos régimen y perdíamos unos kilos, pero volvíamos a recuperarlos con creces. Cuando esto me ocurrió, me sobrevino una sensación de ‘impotencia adquirida’, una sensación de que nada funcionaría, y me decía: “¿Para qué intentarlo?”.

La forma de interrumpir este proceso es empezando el régimen en la mente, no en la cintura. Es decir, hay que cambiar la actitud que se tiene hacia la comida. Para ello se necesita ser muy honrado consigo mismo; de lo contrario, el régimen tendrá muy pocas posibilidades de lograr su objetivo.

Lo que a mí me abrió los ojos fue anotar todo lo que comía y bebía en una semana. Es cierto que no solía comer mucho cuando me sentaba a la mesa, pero como por la noche no dejaba de picar, estropeaba todo lo que había conseguido ejerciendo autodominio durante el día. Cuando sumé las calorías del queso, las nueces, la crema de cacahuete y las galletitas que tomaba después de cenar, me quedé atónito. Y lo peor era que aquellos tentempiés estaban llenos de grasa y azúcar. Ningún régimen me resultaría a menos que dejara de picar por las noches. ¿Le ocurre a usted algo parecido?

Otra dolorosa realidad que descubrí en mi caso fue que no conseguiría perder peso sin volverlo a recuperar a menos que dejara de tomar bebidas alcohólicas. El alcohol tiene muchas calorías y se convierte fácilmente en grasa, pero me di cuenta de que un solo vaso de vino por la noche debilita mi autodominio y mi resolución a no picar. Un vaso de vino no es solo un vaso de vino. Para mí implica también unas galletitas y un puñadito de nueces. Así que opté por sustituir el vino con una infusión de hierbas, y me dio buenos resultados. Ahora, aun después de haber conseguido estabilizarme en el peso que quería, bebo menos alcohol que antes.

Este examen honrado de mis hábitos me convenció de la importancia de respetar dos reglas básicas durante la primera fase de mi régimen, la de la pérdida de peso.
1. No picar nada por las noches.
2. Evitar toda clase de bebidas alcohólicas.

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