lunes, 17 de febrero de 2014

Más de 4 millones y medio de colombianos son obesos

Artículo de EL TIEMPO Más de 4 millones y medio de colombianos son obesos En congreso realizado en Cartagena, se dieron a conocer preocupantes cifras sobre la obesidad. En Colombia, el 50 por ciento de las personas adultas tienen algún grado de sobrepeso; es decir, tienen más de 25 por ciento de masa corporal, mientras que un 10 registra obesidad severa. A esta conclusión llegó la Asociación Colombiana de Obesidad y Cirugía Bariátrica, que se reunió en Cartagena, precisamente para tratar de buscar soluciones a la 'epidemia del siglo XXI', como se le conoce. Según Rami Mikler, presidente de la Asociación, esto quiere decir que en el territorio colombiano hay cerca de 4 millones y medios de personas obesas, lo que se traduce en una gran problema de salud pública. La obesidad, según el doctor Mikler, se puede dar en diferentes tipos o grados: cuando se tiene entre 25 y 30 de índice de masa corporal se habla de sobrepeso o preobesidad y cuando pasa de 30 se llama obesidad, la cual se va clasificando en leve, moderada o severa, o grado I, II y III de acuerdo con la cantidad de kilos que se tenga por encima. Las personas con obesidad tienen mucha más probabilidad de padecer diabetes. A medida que aumenta la obesidad el número de pacientes con diabetes tipo II también aumenta, la relación directa entre la obesidad y la diabetes se da debido a la alteración de una serie de hormonas y mecanismos gastrointestinales en el paciente obeso, que hace que este se vuelva diabético. Los estudios demuestran que el 30 por ciento de los pacientes obesos son diabéticos tipo II y el 95 por ciento de los diabéticos son obesos. La falta de ejercicio, la calidad de la comida, y la genética influyen en que la persona sufra de obesidad. Para evitar el sobrepeso se debe tener un estilo de vida saludable, es decir comer adecuadamente, hacer ejercicio, no ingerir comidas con alto valor calórico como comida empaquetada o gaseosas. Lea el artículo completo en: http://m.eltiempo.com/colombia/cartagena/ms-de-4-millones-y-medio-de-colombianos-son-obesos/9063991

miércoles, 12 de febrero de 2014

La pérdida de peso comienza en la mente

Tomado de Despertad del 22 de Enero de 1993 Páginas 12 y 13


La pérdida de peso comienza en la mente

La mayoría de las personas con exceso de peso lo fuimos ganando poco a poco, de año en año, normalmente después de cumplir los treinta. De vez en cuando hacíamos régimen y perdíamos unos kilos, pero volvíamos a recuperarlos con creces. Cuando esto me ocurrió, me sobrevino una sensación de ‘impotencia adquirida’, una sensación de que nada funcionaría, y me decía: “¿Para qué intentarlo?”.

La forma de interrumpir este proceso es empezando el régimen en la mente, no en la cintura. Es decir, hay que cambiar la actitud que se tiene hacia la comida. Para ello se necesita ser muy honrado consigo mismo; de lo contrario, el régimen tendrá muy pocas posibilidades de lograr su objetivo.

Lo que a mí me abrió los ojos fue anotar todo lo que comía y bebía en una semana. Es cierto que no solía comer mucho cuando me sentaba a la mesa, pero como por la noche no dejaba de picar, estropeaba todo lo que había conseguido ejerciendo autodominio durante el día. Cuando sumé las calorías del queso, las nueces, la crema de cacahuete y las galletitas que tomaba después de cenar, me quedé atónito. Y lo peor era que aquellos tentempiés estaban llenos de grasa y azúcar. Ningún régimen me resultaría a menos que dejara de picar por las noches. ¿Le ocurre a usted algo parecido?

Otra dolorosa realidad que descubrí en mi caso fue que no conseguiría perder peso sin volverlo a recuperar a menos que dejara de tomar bebidas alcohólicas. El alcohol tiene muchas calorías y se convierte fácilmente en grasa, pero me di cuenta de que un solo vaso de vino por la noche debilita mi autodominio y mi resolución a no picar. Un vaso de vino no es solo un vaso de vino. Para mí implica también unas galletitas y un puñadito de nueces. Así que opté por sustituir el vino con una infusión de hierbas, y me dio buenos resultados. Ahora, aun después de haber conseguido estabilizarme en el peso que quería, bebo menos alcohol que antes.

Este examen honrado de mis hábitos me convenció de la importancia de respetar dos reglas básicas durante la primera fase de mi régimen, la de la pérdida de peso.
1. No picar nada por las noches.
2. Evitar toda clase de bebidas alcohólicas.